martes, 28 de febrero de 2023

Psicología evolucionista: cómo la evolución influye en nuestro comportamiento 

 

Este artículo es un pequeño resumen de la charla a la que me invitó el canal de Youtube «Razón o fe» el domingo 26 de febrero de 2023 y que puede verse en este enlace: youtu.be/kOMMmTYSj_c

 

Aclaraciones genéricas sobre la evolución antes de pasar a hablar sobre la PsicoEvo propiamente dicha:

·       La evolución es un hecho, un fenómeno que requiere explicación, no una “teoría” en el sentido coloquial de la calle, en el que usamos esa palabra como sinónimo de hipótesis, incluso de ocurrencia. El fenómeno llamado «evolución por selección natural» se explica gracias a la Teoría Sintética Evolutiva. Es una teoría en el sentido científico: un marco teórico probado que incluye leyes como las de Mendel.

·       La evolución no es teleológica: no tiene ningún objetivo final, ningún propósito («telos»). Es un proceso ciego, sin ningún agente que la guíe.

·       Un proceso ciego que actúa como una segadora. Una segadora que elimina sin piedad del acervo genético las mutaciones contrarias a la supervivencia y al éxito reproductivo de un organismo y que mantiene las mutaciones que favorezcan la supervivencia de sus genes. La evolución es un proceso, además de ciego, sin corazón, completamente despiadado.

·       La evolución no implica determinismo genético: la perspectiva evolutiva subraya siempre la centralidad del entorno en cada etapa.

·       La evolución no es aleatoria. Lo único aleatorio en el proceso son las mutaciones que se producen, pero ni la selección posterior por el entorno de dichas mutaciones ni la consiguiente evolución lo son.

 

Pasamos ya al terreno de la Psicología Evolucionista.

¿Qué es la PsicoEvo? El estudio de los problemas adaptativos que sufrieron nuestros ancestros y de las soluciones (emociones, procesos cognitivos, rasgos de carácter, conductas) a esos problemas. Soluciones que evolucionaron por selección natural y que han llegado hasta nosotros.

La PsicoEvo analiza nuestra conducta a través de la lente de la evolución. Es una combinación de biología evolutiva humana y de psicología cognitiva. Y habla de poblaciones y tendencias generales, no de individuos o anécdotas.

La PsicoEvo entiende que existen unos rasgos de carácter y emociones universales (y compartidos con otros animales) que interactúan con la cultura para formar los caracteres particulares de cada individuo. Cualquier teoría o hipótesis sobre la conducta humana será incompleta si solo se apoya en la evolución, pero también si la ignora (algo que suele ser habitual).

Las emociones universales lo son porque, sin ellas, nuestros antepasados no habrían podido sobrevivir. Aquellos homínidos de hace millones de años que no sintieron (por ejemplo) asco al tocar o lamer orina, heces, ratas, cadáveres o cualquier otro vector de enfermedades no se reprodujeron. Es decir, que ellos no son nuestros ancestros, sino los que sí sintieron asco, sobrevivieron, se reprodujeron y nos transmitieron vía genética esa sensación de asco que todos conocemos y que es universal (se da en todas las culturas) y compartida con el resto de mamíferos. La PsicoEvo se pregunta por la función evolutiva de las sensaciones, emociones, conductas y rasgos de carácter.

La PsicoEvo se centra en las causas últimas (también llamadas «distales, de «distancia», «lejanía en el tiempo») de la conducta, a diferencia del resto de enfoques psicológicos que se focalizan en las causas próximas. ¿Causas próximas de jugar, de comer algo que nos gusta o de tener relaciones sexuales? Es placentero, nos sentimos bien, elevamos nuestros niveles de serotonina y dopamina. ¿Causas últimas, es decir, función evolutiva, de un comportamiento? Analizamos si ese comportamiento influye, y de qué manera, en nuestra supervivencia y en nuestro éxito reproductivo. Tanto el juego (una forma de aprendizaje), como nutrirnos, como las relaciones sexuales son indispensables para nuestra supervivencia y para nuestro éxito reproductivo. Pero ese análisis ha de hacerse sin olvidar nunca las causas próximas y la multicausalidad de la conducta. Los motivos de nuestras acciones suelen ser varios; y, en el caso de los motivos últimos, no solemos ser conscientes de ellos.

 

Hablemos ahora de una de las aportaciones más importantes de la PsicoEvo para la comprensión de la naturaleza humana: el concepto de desajuste evolutivo.

La evolución moldeó nuestros cerebros—y con ellos nuestras conductas, lógicamente— como hizo con el resto de nuestros cuerpos. Nuestros cerebros y conductas evolucionaron en respuesta a los entornos de nuestros antepasados. Pero esos entornos son radicalmente distintos a los actuales. Esta idea, la del desajuste evolutivo, puede ayudarnos a explicar buena parte de los problemas psicológicos y psiquiátricos actuales: nuestros cerebros evolucionaron para adaptarse a unos entornos que ya no existen.

 

Ejemplos de desajustes evolutivos:

·         Las consultas de psicología y psiquiatría están llenas de personas con fobias a las arañas, a las serpientes, a las ratas, a las tormentas. Aquellos sapiens de la Edad de Piedra que no experimentaran esos miedos tuvieron muchas menos posibilidades de sobrevivir y de tener descendencia, así que ellos no son nuestros ancestros. Sí lo son quienes sintieran esos miedos. En el siglo XXI, sería mucho más útil para su supervivencia que nuestros bebés tuvieran miedo a los enchufes y a las botellas de lejía, pero no ha habido tiempo, evolutivamente hablando, para ello. Los miedos de nuestros bebés (y de los adultos) son el reflejo de los miedos de nuestros antepasados.

·         En entornos prehistóricos era adaptativo (para evitarlos) estar informado de los detalles escabrosos de los asesinatos y accidentes ocurridos a la gente de nuestra tribu. Hoy, con los medios de comunicación, nuestra tribu es el mundo entero. Las noticias son una selección sesgada de las peores cosas ocurridas en el mundo en un día. Selección sesgada y elegida por los editores para tocar nuestros “botones ancestrales” y que consumamos sus noticieros. Pero ese consumo nos produce miedo, mal humor y una perspectiva distorsionada de la realidad del mundo, que es mucho mejor de lo que los canales de noticias 24h nos transmiten.

·         Preferencia por las comidas muy grasas y muy azucaradas, muy calóricas. Los humanos modernos hemos heredado esas preferencias de los sapiens prehistóricos y de los homínidos que les precedieron. El problema es que, para ellos, esas preferencias eran adaptativas. Para nosotros, occidentales del siglo XXI, con nuestros supermercados rebosantes de comida, no lo son.

·         Las consecuencias de tener sexo para las mujeres, en entornos ancestrales, eran enormes: embarazo, lactancia y crianza suponían muchos años. Para los machos de sapiens, la inversión mínima podía ser simplemente de diez minutos: el tiempo de fecundar a una hembra. Esa asimetría en los costes mínimos (medidos en términos de energía, de gasto calórico, de tiempo) era gigantesca. Así que la evolución favoreció que nuestras antepasadas fueran tremendamente más selectivas que los hombres. Los costes para ellas eran mucho mayores si tenían sexo indiscriminadamente con cualquiera. Elegían hombres que pudieran (y quisieran) ayudarles en la crianza de sus hijos, es decir, que fueran capaces de obtener recursos (con su inteligencia o habilidad) y que quisieran ponerlos a disposición de la prole común (deseo medido mediante indicios de compromiso). Pero también elegían por criterios como la fuerza física, para que sus parejas fueran capaces de defenderlas a ellas y a su progenie de los ataques de fieras y de otros sapiens. Hoy en día, gracias a los anticonceptivos, las mujeres ya no necesitarían elegir hombres para el sexo en función de esos criterios antediluvianos, pero nuestra psicología sexual evolucionó hace cientos de miles de años para adaptarse a los problemas y presiones de esas épocas.

En el siglo XXI, las mujeres, en promedio, siguen prefiriendo, por ejemplo, parejas con recursos. O con formación igual o superior a la suya. Que ellas mismas tengan recursos y formación de sobra no invalida esa preferencia ancestral. Los hombres actuales no muestran, en promedio, esa tendencia. Las mujeres que no sintieran esa preferencia por hombres altos, con capacidades atléticas, capaces de defender a su prole y de cazar, con inteligencia para obtener recursos, con estatus dentro de la tribu, con confianza en sí mismos… no son nuestras antepasadas. Lo que actualmente se conoce como «crisis del emparejamiento» puede explicarse, en parte, por esta asimetría en los costes reproductivos.

·         Las reacciones fisiológicas generadas por las situaciones de peligro mortal que vivían a diario nuestros antepasados eran completamente adaptativas. Quienes no sufrían aceleración del ritmo cardíaco y segregación de cortisol y adrenalina ante el ataque de fieras no son nuestros ancestros. Sí lo son quienes experimentaran el estrés propio de esas situaciones de lucha o huida. Bien, pues ese estrés es el mismo que sentimos hoy, aunque no sea necesario, afortunadamente, casi nunca. El entorno ha cambiado, pero reaccionamos fisiológicamente de la misma manera ante problemas que no son a vida o muerte, sino simplemente molestos, como un atasco o una discusión de tráfico.

·         El resto de animales también sufren los problemas derivados de desajustes evolutivos, por supuesto. Ejemplo: erizos muertos al cruzar carreteras porque, en lugar de acelerar, que sería lo adaptativo hoy, se detienen y se enroscan en sí mismos confiando en sus púas (conducta adaptativa hace millones de años, pero que no lo es en un mundo lleno de vehículos).

 

El concepto de «desajuste evolutivo» nos da una de las lecciones básicas de la PsicoEvo: las necesidades que cobraron forma hace miles de generaciones siguen sintiéndose como necesarias hoy en día, aunque ya no lo sean.

 

Que la biología evolutiva INFLUYA (que influya, no que determine en exclusiva la conducta sin tener en cuenta la cultura) en la conducta humana podría parecer a primera vista una afirmación poco polémica, pero ¡AY!, en absoluto. A muchas personas, la PsicoEvo les produce odio. No se trata de que estén en desacuerdo con sus postulados o conclusiones, no. La odian.

¿Quiénes y por qué le tienen tanto miedo a la PsicoEvo?

·         Si se entiende bien, se ve claramente que la evolución nos ha privado del alma. Y ese es un pensamiento que aterroriza no solo a creyentes devotos de cualquiera de las religiones tradicionales, sino a muchas personas que no se adhieren ya a ellas, pero que necesitan seguir creyendo en el alma. Necesitan creer que cada humano posee un alma (inmortal e inmutable) que no se ve afectada por los mismos mecanismos evolutivos (mutación, selección por el entorno, evolución) que los órganos de nuestro cuerpo, por lo que cualquier cosa que suene a evolución les pone el vello de punta.

·         Otras personas, aunque no crean en almas, no quieren que la PsicoEvo sea verdad. Sienten que la PsicoEvo puede decir cosas importantes sobre la naturaleza humana, pero son cosas que no les gustan. Se trata del pensamiento basado en deseos, tan humano: si algo me gusta, es cierto; si algo no me gusta, no es cierto. Un mecanismo inconsciente de defensa contra cualquier idea incómoda sobre nosotros mismos.

·         Y al animal humano en general aún le resulta terriblemente difícil aceptar su naturaleza biológica. Hemos pasado de considerarnos las criaturas más especiales de la creación de un dios a unas criaturas especiales creadas por la cultura (lo cual es parcialmente cierto) y caemos en el error de obviar nuestra naturaleza biológica. A muchos les gusta creer que los humanos nacimos con cerebros que son páginas en blanco, tablas rasas, moldeadas exclusivamente por la educación, el aprendizaje, la sociedad, la familia, la cultura... cerebros en los que la biología y la evolución tienen poco o nada que decir. Les gusta creer eso porque piensan que, de ser así, de no existir una naturaleza biológica humana, todo sería más fácil.

 

Esa no aceptación de la naturaleza biológica nos lleva a analizar los argumentos y errores de los «tablarrasistas», de los «creacionistas de cuello hacia arriba».

·         Muchos tablarrasistas opinan que aceptar cosas tan obvias como el componente genético de la inteligencia o las diferencias evolutivas entre los sexos promueven el racismo y el sexismo. No es de extrañar que reaccionen a la PsicoEvo con la furia de los teólogos. Pero se trata de preocupaciones sin base real. Caen sin darse cuenta en la extendidísima falacia naturalista: identificar “natural” con “bueno”. Muchísimas de las cosas que encontramos en la naturaleza no son ni buenas, ni morales, ni nos hacen felices. Hay muchos comportamientos humanos (como la violencia) que son naturales (es decir, que están en la naturaleza) porque fueron efectivos desde un punto de vista evolutivo para la supervivencia y el éxito reproductivo de nuestros antepasados, pero que no son buenos, en el sentido de que son contraproducentes para el tipo de sociedad en el que queremos vivir. Deshagámonos de la idea de que para tener los mismos derechos nuestros cerebros han de ser iguales. Está en nuestra mano poder seguir reduciendo la violencia, pero negar las fuerzas que la explican y que preceden a la cultura no traerá nada bueno.

·         Tratar de entender y explicar algo (en este caso la conducta humana) no equivale a justificar ese algo. La violencia es natural, pero no es buena. Los antibióticos no son naturales, pero son buenos. Si queremos solucionar problemas, es mejor tener un diagnóstico correcto. Dada la gravedad de, por ejemplo, las agresiones sexuales, tenemos que considerar todas las hipótesis. Si despreciamos las causas biológicas y solo usamos las culturales le estaremos haciendo un flaco favor a la seguridad de las mujeres y a la de las víctimas de agresiones en general.

·         A veces, los tablarrasistas argumentan así: «Pero, aunque la PsicoEvo no justifique la violencia, aceptarla implicaría aceptar que la agresión, los roles sexuales y la xenofobia no se pueden erradicar. Y ese es un mensaje terrible». Primero, aun suponiendo que la inevitabilidad de la violencia fuera cierta, ello no implicaría que la PsicoEvo fuera falsa. De nuevo: el pensamiento por deseos es un mal argumento. Segundo: no es verdad que la violencia, el sexismo y el racismo sean inevitables. La autodomesticación de la especie se lleva produciendo milenios, y se está haciendo cada vez más evidente el declive de la violencia de cualquier tipo en casi todo el mundo, siglo a siglo, década a década. Con altibajos y lentamente, sí; pero está teniendo lugar. Porque la agresión no es la única característica de la naturaleza humana: también contamos con el sentido de la moral, la empatía, el autocontrol… y con herramientas como la razón, el humanismo, los derechos humanos y las ciencias. Y en las circunstancias adecuadas, esos rasgos y nuestras instituciones vencen a nuestros rasgos violentos. Evolutivo no equivale a inevitable. Entender cómo llegamos a ser como somos no equivale a aceptar la inevitabilidad de las cosas. ¿Cómo las cambiamos? Acentuando lo positivo y atenuando lo negativo de nuestra naturaleza humana.

·         Otro error de los tablarrasistas es creer que aceptar la PsicoEvo implicaría aceptar el determinismo genético. Muchos confunden la modesta afirmación «los genes, la biología y la evolución influyen en nuestro carácter» con algo que ningún psicólogo evolucionista afirma: «los genes, la biología y la evolución son lo único que influye en nuestro carácter».

·         Suele achacársele también a la PsicoEvo que sus hipótesis no son falsables. No es cierto: por ejemplo, la explicación adaptacionista de Edward O. Wilson para la homosexualidad ya fue falsada. O la preferencia universal por la virginidad femenina, hipótesis de David Buss.

·         También le achacan que sus hipótesis son difíciles de probar y su escasez de descubrimientos empíricos. Respecto a que sus hipótesis sean difíciles de probar, es en parte cierto: las conductas no dejan demasiados fósiles. Pero algunos de los estudios más transculturales y con mayores tamaños muestrales de la Psicología se han llevado a cabo dentro del campo de la PsicoEvo. Respecto a los descubrimientos empíricos, pasamos a enumerar unos pocos en el siguiente apartado.


Algunos ejemplos de descubrimientos empíricos de la PsicoEvo y de la Biología Evolutiva Humana:

·         Preferencias universales por ciertos paisajes: aquellos que contengan agua, flores, frutos, color verde, árboles…

·         Estrategias de emparejamiento sexualmente dimórficas presentes en todo el reino animal (Teoría de la Inversión Parental de Robert Trivers).

·         Simetría (especialmente facial) como estándar universal de belleza para ambos sexos. Hipótesis: los organismos simétricos tienen menos patógenos.

·         Los vómitos durante el embarazo como adaptación contra los teratógenos.

·         Dos tipos de espermatozoide: el clásico y el kamikaze.

·         Efecto Coolidge mayor en hombres, pero presente también en mujeres.

·         Preferencia masculina por mujeres más jóvenes que ellos y preferencia femenina por hombres con recursos documentadas en 37 culturas.

·         Universalidad del Efecto Cenicienta.

·         Muy superior memoria de localización espacial en mujeres.

·         Teoría del Altruismo Recíproco.

·         Teoría del Conflicto Progenitores-Progenie.

 

¿Por qué importa la PsicoEvo? ¿Por qué todo esto importa?

Los propios psicólogos reconocen que, tras 100 años de investigación, la ciencia psicológica está llena de términos mal definidos, de ambigüedades, de falta de comunicación entre perspectivas… Necesitan una gran teoría unificadora. Y ahí es donde cobra sentido la Teoría Sintética Evolutiva: una teoría que se ha probado indispensable para analizar las conductas, motivaciones y preferencias de las otras 6.000 especies de mamíferos.

La opinión de cada vez más psicólogos (especialmente en las universidades anglosajonas) es que no puede existir una psicología no evolucionista porque el cerebro (que es el órgano de la conducta) evolucionó por selección natural. Eso no significa que la PsicoEvo sea la única respuesta a los problemas, sino que la evolución, además de un enfoque, ha de ser un marco general. Sin ella, la psicología quedará coja. Como quedaría coja una ingeniería sin física.

La hipótesis de solo cultura, la tablarrasista, nos pide que creamos (por ejemplo) no solamente que la evolución, por razones desconocidas, eliminó inicialmente en humanos las diferencias promedio entre sexos que sí existen en otros animales, sino que, posteriormente, el aprendizaje y la socialización reprodujeron exactamente esas mismas diferencias en todas las culturas humanas conocidas.

Yo pienso que, si se quiere descubrir la realidad del mundo, uno tiene que ser capaz de dejar de lado sus simpatías y antipatías. Siempre es mejor tener el mapa correcto: es más fácil salir de París con un mapa de París que con uno de Londres. Con un mal diagnóstico es más difícil encontrar la cura.

La PsicoEvo, y de ahí su importancia, explica mucho de lo que está mal en el mundo: somos simios tratando de ser felices en un universo indiferente a nuestro sufrimiento. Somos simios sometidos a un proceso (la evolución por selección natural) sin corazón, despiadado. Somos simios tratando de resolver problemas del siglo XXI con un cerebro de la Edad de Piedra. Las emociones negativas (la ira, el odio, los celos, la envidia, el nepotismo) evolucionaron para la supervivencia y para el éxito reproductivo de nuestros genes, no para nuestra felicidad.

Cuanto más entendamos sobre las fuerzas que nos dieron forma, más control tendremos sobre nuestras emociones y nuestra conducta. Y cuanto antes nos atrevamos a estudiarlas con valentía, mejor.


BIBLIOGRAFÍA:

https://www.goodreads.com/book/show/917192.Evolutionary_Psychology

https://www.goodreads.com/book/show/38651604-the-ape-that-understood-the-universe

https://www.goodreads.com/book/show/31170723-behave

https://www.goodreads.com/book/show/53138024-t

https://www.goodreads.com/book/show/5752.The_Blank_Slate

https://www.goodreads.com/book/show/35696171-enlightenment-now

https://www.goodreads.com/book/show/61535.The_Selfish_Gene

https://www.goodreads.com/book/show/58642436-the-status-game

https://www.goodreads.com/book/show/58154664-emotional

https://www.goodreads.com/book/show/51710349-the-weirdest-people-in-the-world

https://www.goodreads.com/book/show/10639.The_Paradox_of_Choice

https://twitter.com/i/lists/1350415721008922624


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